Cuenta una acuarela marciana del mundo al revés

Para tí que no sabes si estás, para ti que no sabes si vas. Para todos los que están perdido sin saberse perdidos, para los que buscan pero nunca se pararon a preguntarse ¿qué busco?

Para aquéllos que no saben muy bien lo que sienten, si es hora de irse o de quedarse, de hacer algo o de sentarse a esperar, de romper algo chillando o de ahogar un grito, de buscar el eco o de callarlo por si responde.

Hoy es tu día porque mañana es una promesa que nunca llega. Para ti que siempre estás en el hoy esperando el mañana, te diré que nunca llega, así que lo que tengas que hacer, hazlo, hoy porque hoy es mañana.

Porque mañana no será distinto, porque mañana volverá a ser hoy, porque si lo piensas, es tiempo de…, porque si no lo rompes hoy se romperá mañana, porque eso que ES, Está, ERES dentro de ti, es lo único que te puede asegurar el mañana, o mañana seguirá estando ahí.

¡Hazlo! ¡Atrévete a mirar dentro de ti! Rompe ese vacío, o llénalo, o súfrelo o esquívalo (si puedes). Deja que eso que hay dentro de ti te hable, pero ¿cómo puede hablar un vacío??? Tú bien sabes, oyes, escuchas, que ese vacío puede hablar más alto, profundo y contundente que todos los llenos del mundo. ¿Hay miedo? Rómpelo, tú eres el más fuerte y si está dentro de ti, ¡es tuyo, haz con él lo que quieras, pero hazlo!

¿Esperas que un corazoncito compasivo se acople en ese hueco y encaje como el zapato de cristal en Cenicienta? Comerás perdices y serás feliz, ¡qué lindo! Si pudieras volver a tener 4 años y creértelo, claro.

De repente algo chilla dentro de ti y va tomando conciencia de ser un color, de ser todos los colores y se une y deja de ser cosas separadas por nada, por espacios, por vacíos, por huecos, y empieza a colarse el color de un lado a otro y el color es luz que lo inunda todo, que lo llena todo, que se acopla en cada hueco y te hace sonreir, como cuando tenías 4 años y podías creerte Cenicienta dentro de aquel disfraz.

La rueda de la vida te ha devuelto a Cenicienta feliz, la del final del cuento, la que sonríe por dentro y por fuera, con príncipe o sin él, porque el príncipe solo es un adorno para colgarse del brazo. ¡Eres tú la que sonríe, eres tú la que es, eres tú la que brilla, eres tú la que está radiante de felicidad par siempre jamás! Porque encontraste tu corazoncito, tu luz, tu sonrisa, tu respuesta a la vida es la que todo lo llena de luz y color.

¡Créetelo porque es lo único que mañana seguirá estando!

 

¿Me escuchas? Oye, tú, si, es a ti, la que está mirando para otro lado. ¿Dónde has dejado a tu Cenicienta? ¿Por qué no sonríes? Recuerda que el príncipe es solo un adorno, en realidad está dentro de ti.

Si quisieras sonreír, ¿por qué no sonríes? Ah, es que ese de enfrente te dio una mala respuesta, pero insisto, si quisieras sonreír, ¿por qué no sonríes? Me ha parecido oír que la sonrisa no es tuya, ¿he oido bien?, si no es tuya, ¿de quién es?, ¿de donde la sacas?, ¿quién te da las sonrisas?, ¿dónde las compras? Aaaaaaaaah, en realidad si es tuya, y ¿cuántas tienes?

Yo tengo muchas, tengo un saco que nunca se vacía, por más que sonrío siempre está lleno, así que he decidido regalar una a cada persona que se me cruce en el camino, ¿incluso al que me empuja?, al que me empuja, también, quizá es que no sabe pedir sonrisas de otra manera, no debieron de enseñarle de pequeño.

Si quieres sonreír y la sonrisa es tuya, ¿por qué dejas que ese de enfrente te robe un momento dulce contigo misma? Recuerda que eres luz y color y tu cuerpo está lleno de sonrisas, sonrisas de colores, de brillantes, de luces, de chispitas….

Ahora sonríes porque ¿me va a decir ese de enfrente lo que tengo que hacer? ¡Si yo lo que quiero es sonreír todo el rato! Regala sonrisas que la vida es bella.

Si tengo que elegir, me gustan las sonrisas naranjas, más que las de otros colores, porque no son romanticonas y pegajosas como las rosas, ni irónicas como las rojas, son estimulantes y vivas, en transición entre lo romántico y lo lúcido del amarillo. Se meten en todos lados, se mezclan bien con todos los colores y forman sonrisas espirales que salen de dentro, de lo más profundo de ese corazoncito acoplado en el vació, y crecen y a veces se ven y otras son transparentes, a veces lo ocupan todo y otras se funden con sonrisas de otros colores, vida que baila al unísono, ¡búscame, estoy aquí, estoy en todas partes! Toda yo estoy llena de sonrisas o toda yo soy una sonrisa.

Y se van acabando los huecos, se van llenando de sonrisas, chispas de colores, diminutas, y el resultado es que la vida es una fiesta, ¿la estás disfrutando? Cada minuto, cada segundo, en ese atasco, en esas prisas, ¡pon tu sonrisa en todos lados!

¿Conoces la moraleja de este cuento? Que cuando me veas sonreirás y tú y yo sabremos que tenemos un saco lleno de sonrisas en nuestro corazoncito acoplado en el vacío que nunca se acaban.

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Iraide Izaguirre Nerea MUYYYYYYY BONITOOOO!!!! Me ha encantado

Lourdes Cabello
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