Si viene la ira

SI es ira la podemos mover

hacia  atrás, hacia un lado, hacia delante,

deja que se mueva y te hable.

Quiere mostrarte algo:
“No soy un monstruo,

solo quiero que me quieras,

así, tal como soy.

Llevo dentro un príncipe,

como en la bella y la bestia,

pero no puedes ver el príncipe,

mi belleza está en el interior,

y te quiero, así, como eres, con todo lo que eres ahora,

con tus lágrimas y tu risa nerviosa”.

La ira te acompaña, si le dejas,

puede mecerte en sus brazos, hasta que te calmes,

solo quiere que le quieras, así, tal y como es,

con ese  aspecto de monstruo,

y si te fijas bien, verás su mirada dulce,

y podrás reflejarte en sus ojos, y llorar con ella.

La ira también llora, porque quiere ser feliz,

contigo, a tu lado, lejos, cerca, pero feliz.

Tómate tu tiempo, descansa,

sigue meciendo tu cuerpo como si fueras un bebé,

deja que las lágrimas resbalen por tus mejillas,

así es como las cosas pasan,

y la vida se hace también de lágrimas,

que son el camino a la felicidad,

que también está dentro de ti, contigo, en algún rincón,

deja que salga, atrás, a tu lado, delante,

deja que baile con la ira,

ella sabe cómo calmar la ira,

llorar con ella para terminar riendo, así es la vida.

De ese baile consciente de amor y muerte nace la vida, conciencia, felicidad.

No mires atrás, sigue bailando, no pares, vive.

Aunque las lágrimas te acompañen,

aunque las campanas suenen,

hay otra vida ahí, enfrente,

te está esperando.

No mires atrás,

estoy aquí, a tu lado,

donde suceden las cosas, en tu presente,

estaré aquí, a tu lado, mires donde mires,

estaré aquí, a tu lado, presente,

como la vida,

esperando a cada momento,

deseando que despiertes a una nueva vida,

esperanza, felicidad, está ahí, presente,

tras la niebla, tras las nubes, tras a lluvia, te espera.

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